Introducción a la panorámica binaural

Una parte importante de la mezcla de señales de audio es la situación de distintas fuentes de sonido en posiciones espaciales diferentes. Las técnicas de grabación y mezcla más habituales se limitan a enviar una señal dada a diferentes niveles a los altavoces disponibles: dos para el estéreo o más para las configuraciones cuadrafónicas o surround.

Sin embargo, este método es algo imperfecto, ya que los seres humanos son capaces de ubicar las fuentes del sonido con solo dos oídos. Prácticamente toda la información espacial de todos los sonidos está incluida en las dos señales que llegan ambos tímpanos. A partir de esas señales, los seres humanos pueden distinguir características tales como el tiempo interaural, las diferencias de nivel y, basándose en la experiencia auditiva, la información sobre el origen espacial de los sonidos escuchados. ¿Vienen de delante o de atrás, de la izquierda o de la derecha, de arriba o de abajo? Esta capacidad de percibir dónde se originó un sonido se conoce como audición binaural.

En teoría, es posible reproducir la posición espacial de cualquier experiencia sonora sin emplear técnicas especiales durante la grabación. No obstante, hay un punto débil en este enfoque: cada persona tiene las orejas con una forma particular y distintas proporciones de cuerpo y cabeza; todo esto influye en la manera en que las señales de sonido llegan al tímpano; por no hablar de la pérdida auditiva, las respuestas subjetivas a los sonidos escuchados, etc. Debido a estas diferencias físicas, cada persona que escuche una misma fuente de sonido desde la misma posición percibirá señales binaurales ligeramente distintas.

Por lo tanto, la reproducción perfecta solo sería posible si se pudiera realizar la grabación mediante diminutos micrófonos colocados dentro de los canales auditivos. Puesto que esto resulta poco práctico, se ha simulado la audición binaural en laboratorios de sonido empleando cabezas de maniquíes con micrófonos implantados. Este método ha llevado a grabaciones binaurales para adaptarse a la persona media, que resultan más o menos compatibles con la forma en que oye la mayoría de las personas.

Las grabaciones binaurales se reproducen de forma más apropiada mediante auriculares, combinados en el escenario ideal con un acondicionamiento (procesado) de la señal que asegure su adecuada reproducción. Si se cuenta con un entorno de audición especializado, también será posible reproducir tales señales con unos altavoces, por medio de un proceso que recibe el nombre de cancelación de la diafonía.

Como no es probable que cuente con la tecnología necesaria para realizar grabaciones binaurales, su mejor opción para simular señales binaurales consiste en procesar la señal sonora durante la reproducción. Esto recibe el nombre de HRTF (Head-Related Transfer Function, Función de transferencia relativa a la cabeza), que trata de simular los cambios sufridos por la señal en el trayecto desde su origen hasta el tímpano.